jueves, agosto 01, 2013

De camino a su casa, por aquél camino que siempre toma, esas cuadras que sabe de memoria, por su cabeza solo ronda una sola cosa, solo piensa en una sola cosa, solo él.
Él, por quién llora, por quién ríe. Por quién está bien y está mal. Por quién pasa horas pensando en su vestimenta, su peinado, y hasta que perfume usar. Él, quién para ella, hoy, lo es todo.
Ronda en su cabeza hace unos largos cuatro meses, atormentándose con pensamientos buenos y malos, asfixiándose de palabras dichas y otras que quedan por decir. Ahogándose en su propio mar de disgustos que hoy le toca vivir.

No importa como se conocieron, ni como se vieron por  primera vez, solo lo que a ella le hizo sentir.
Ella volvió a un sentir lo que hace unos años sintió. Querer a alguien y sentirse en el abismo mismo. Querer y saber que puede ser todo fácil, pero por alguna razón, todo es complicado.

Esta historia tiene muchas cosas que podemos mencionar, pero ¿cómo las podremos contar?, si apenas ella es quién las logra entender.
Solo ella sabe lo ocurrido, y por más que contemos los detalles más pequeños, nunca nadie podrá entender lo que ella siente, ni lo que le pasa. Solo ella.
Ella quiere, que él la quiera como ella quiere.
Ella llora, porque esta en el mismo abismo.
Ella sabe, que llorar por un amor es una tontería, pero es lo que ella elije.
Ella sueña, con que esto acabe, bien o mal, acabe.
Ella no soporta sentir que cae.
Pero ahora, ella...
Ahora ella espera, que esperando esperar, valga la pena.

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